jueves, 13 de junio de 2013

Vídeo: "Los hijos son el reflejo de los padres"





Vídeo: "Mi hermanito de la luna" (habla sobre el autismo)


Un vídeo precioso sobre el autismo. Una niña cuenta, con sus palabras, cómo ve a su hermanito autista.

Cuidado de la madre y del padre




lunes, 10 de junio de 2013



Vocaciones frustradas

Este artículo lo encontré en la web Educar con sentido
“Jaime ha logrado una nota media de 8,6 en bachillerato, no puede entrar en medicina”.
¿Cuántas veces ha oído que los chicos de 17 años no saben qué hacer con sus vidas?. “Son demasiado inmaduros”.
Naturalmente todo parte de un error. La generalización. Hay muchos chicos que con 17 años no saben qué carrera estudiar – lo que sí saben es que DEBEN estudiar una carrera, ¡y que no se les ocurra decir otra cosa! -. Cuando yo tenía esa edad el que no sabía qué estudiar se metía en derecho. Hoy creo que hacen ADE (administración y dirección de empresas). Hay chavales de 17 años que tienen claro a qué se quieren dedicar profesionalmente. Jaime quiere ser cirujano.
Lo cierto es que de poco importa tener o no vocación. Por muy fuerte que sea. La vocación no importa, importa la nota que saques en bachillerato. ¡Y que los días de selectividad no te traicionen los nervios!.
¿Predice la nota de bachillerato el éxito profesional?. No lo sé, pero lo dudo.
¿Predice la vocación el éxito profesional?. No lo sé, pero lo intuyo.
¿Qué profesional prefiere que le atienda, aquel que entró por nota o aquel que entró por pura vocación? Y naturalmente no es incompatible. Se puede sacar una magnífica nota y tener una clara vocación. Pero también se puede lo contrario.
Llevo meses pidiendo a los profesores y responsables de bachillerato de los diferentes colegios e institutos que otorguen a sus alumnos un sobresaliente generalizado. Es la única forma de que en este sistema la selección de estudios sea por vocación y no por puntuación.
“Es que entonces se llenarían las facultades de alumnos”. Ese argumento no me vale para justificar y mantener un sistema tan flagrantemente injusto.
Mi nota media de bachillerato fue un cinco con algo (estudié 3º de B.U.P. y C.O.U en Estados Unidos, eso me permitió alcanzar tan alta nota). En la selectividad saqué un 4,5 – aprobado. En mi hoja de elección de universidad sólo incluí una carrera: psicología. La universidad me daba igual.
Cuando dije en casa que quería estudiar psicología me sometieron a un consejo de guerra. Mi madre y seis de mis hermanos intentaron convencerme de mi error. No les faltaban argumentos. España es el país con más psicólogos por habitante y en aquella época, 1986, las listas del paro eran eternas. Yo sólo tenía un argumento: “A mi nunca me faltará el trabajo porque yo seré el mejor”.
Acerté en lo primero y me equivoqué en lo segundo. Nunca me ha faltado el trabajo como psicólogo, aunque nunca he llegado a ser el mejor. Pero nunca he dejado de intentarlo. Eso ha sido suficiente para tener trabajo.
Un sistema que filtra las vocaciones – las pocas vocaciones que hay al terminar bachillerato – por nota es un sistema infecto.
Este mal sistema hace recaer toda la responsabilidad de que un chico pueda o no desarrollar su vocación sobre el colegio y por tanto sobre sus profesores. Pues si el problema es el sistema, no se amilanen, den siempre sobresaliente.
¿Qué es lo peor que puede ocurrir?. Si un chico entra en una carrera universitaria para la que no está capacitado, tendrá que replantear su futuro en un curso escolar, máximo dos. Si por el contrario un chico entra en la carrera universitaria para la que tiene vocación, verán como es capaz de esforzarse hasta lograr aprender todo lo necesario para  aprobar. Probablemente incluso con nota.
Si un chaval NO puede cursar la carrera para la que tiene vocación, auténtica vocación, porque “no le da la nota”, sin duda se reconducirá, pero no por ello podremos negar que el sistema le ha frustrado.
Quizás este artículo sea demagógico. Eso júzguenlo ustedes.
Jaime quiere ser cirujano. Es un tipo brillante y con vocación, pero el sistema le ha dejado fuera. Eso explíquenselo ustedes. Quizás él lo entienda. Yo no.

domingo, 9 de junio de 2013


Resumen del programa "Salvados" sobre la Escuela Filandesa



El abuso de deberes para casa

Este artículo lo extraje de la página web "Educar con sentido" (Enlace:Educar con sentido) , y habla del abuso de deberes en el colegio.

Se titula: " La importancia de crear hábitos de estudios"
Recientemente una madre me contaba que a su hijo de tres años, en primero de enseñanza infantil, le mandan hacer deberes diariamente. Ya no podemos considerarlo una excepción. Los deberes se están colando en la etapa enseñanza infantil, como otros tantos elementos de los que hasta hace pocos años eran característicos de primaria y ahora los encontramos en las aulas de niños menores de seis años.
Hay colegios en los que cuando un niño, en esa misma etapa, falta a clase por estar enfermo le guardan los deberes para que “los recupere” cuando deje de estar malito.
El motivo – la justificación digo yo – es que de esta manera “el niño crea hábito de estudio”.
Crear hábitos. Es el mismo motivo  - justificación digo yo – que está haciendo que en 5º y 6º de enseñanza primaria (10 y 11 años) se estén generalizando los exámenes de evaluación (incluyen cinco temas). De esta manera se van preparando para la siguiente etapa, la E.S.O.
De igual manera en la enseñanza secundaria se están haciendo cada vez más frecuentes los exámenes globales al final del curso, que abarcan todo el temario del año escolar. Una vez más el motivo – insisto en llamarlo justificación – es preparar al alumno para bachillerato y, sobre todo, para el examen de selectividad.
Es decir, lo que se observa a lo largo de todo el sistema de enseñanza es un adelanto de los métodos propios de determinadas etapas, a edades más tempranas, “para preparación” o “para crear hábito”.
Pues bien, tanto por los fines, como por los resultados, es obvio que es una estrategia equivocada.
En primer lugar comparemos. una vez más, el sistema que están aplicando la mayor parte de los colegios en España con el sistema que se utiliza en los países más evolucionados en Europa, los países escandinavos: Allí la enseñanza de la lectura Y de la escritura se realiza a partir de los siete años cumplidos – curiosamente son los que en los informes PISA, en los que se evalúa a alumnos de 16 años, obtienen unas calificaciones más altas en lectura -. En Finlandia NO se entregan notas hasta la etapa de enseñanza secundaria, quitando de esta manera presión sobre el alumno. Por cierto, saben que allí tienen quince (15) minutos de recreo cada cuarenta y cinco (45) minutos de clase. Permitanme repetirme: tienen quince (15) minutos de recreo cada cuarenta y cinco (45) minutos de clase. ¡Qué gusto da decirlo!.
Por otro lado: ¿tiene sentido aplicar métodos característicos, cuando no propios, de etapas más tardías a niños cada vez más pequeños?. ¡NO!. Lo único que se consigue de ese modo es desvirtuar las necesidades de aprendizaje, los métodos, y los objetivos de cada etapa.
¿Tendría algún sentido que exija – porque los deberes se exigen – a mis hijos que comiencen a presentar la declaración de la renta a partir de los catorce años?. NO, pero podría justificar que de esa manera comienzan a desarrollar el hábito.
Con el objetivo de desarrollar hábitos de conducta, también podría aconsejar a mis hermanos, ya casi todos mayores de cincuenta años, que comiencen a vivir en residencias de ancianos. Así cuando les toque, ya están acostumbrados.
Cada edad, cada etapa, tiene unas necesidades particulares y debe tener unos métodos de enseñanza que le sean propios. Adelantarlos NO es mejorar el sistema.
Con frecuencia cuando planteo esta idea los profesores alegan que son los propios padres los que demandan deberes para sus hijos, muestran angustia si los niños no terminan la etapa de enseñanza infantil leyendo y creen que si los niños se divierten en el aula no están aprendiendo. Es cierto, hay un gran número de padres que demanda un sistema erróneo, pero son los PROFESIONALES de la enseñanza los que deben guiar a los padres. No debería tener un profesional miedo a explicar a un lego el porqué está equivocado.
Los padres pueden ser magníficos periodistas, economistas, taxistas, o lo que sea, pero NO saben de enseñanza. En eso los profesionales son los maestros y profesores y ellos deben ser los que dirijan la enseñanza, no los padres. Los padres se deben dedicar a la educación.
En cualquier caso, si quieren “deberes” para los niños antes de los 8 años, permítanme darles algunos consejos:
- Los padres DEBEN leer todos los días a sus hijos. Todos los días. Leerles, NO pedir que lean. Aunque el niño sepa leer, siempre se le puede leer libros que, por su edad, no estaría capacitado para leer solo: (a los tres años, Gloria Fuertes; a los cuatro años, Gloria Fuertes y Hans Cristian Andersen (en inglés al Dr. Seus – este autor NO TIENE SENTIDO traducirlo); a los cinco años, Gloria Fuertes, Hans Cristian Andersen, y  los hermanos Grimm; a los seis años: los hermanos Grimm, Ruyard Kippling y Roald Dahl; A los siete años Ruyard Kippling, Roald Dahl, y Charles Dickens; a los 8 años, Ruyard Kippling, Roald Dahl, Charles Dickens y Robert Louis Stevenson). A partir de los ocho años es muy conveniente que los padres les lean a Mark Twain, incluyendo la que él consideró la mejor de sus obras: “Juana de Arco”.
DEBEN leer a sus hijos literatura DE VERDAD, no las bazofias que están de moda hoy en día y que por evitarme alguna demanda evitaré citar.
¿Quieren desarrollar el gusto por la lectura y favorecer la “lectura comprensiva”? Consigan que los padres lean a sus hijos.
- Los padres deben realizar todos los días alguna manualidad: plastelina; collages, amasar pan, pizza y croissants; origami (papiroflexia); hacer dibujos con pinchitos; las tabas ¡RECUPEREMOS LAS TABAS!, etc.
¿Quieren que los niños cojan BIEN el lápiz y mejoren su caligrafía? Consigan que los padres hagan alguna labor BI-MANUAL todos los días, y ALEJEN los lápices de las manos de los niños.
- Los padres DEBEN realizar todos los días alguna actividad física con sus hijos: saltar a la comba; enseñarles a jugar con la goma ¡RECUPEREMOS LA GOMA!; jugar con la rayuela, la gallinita ciega; al escondite inglés (magnífico ejercicio para el control de impulsos y el control del tempo motor); el pañuelo; el aro (ese que hay que correr junto a él guiándolo con un pequeño palo), el hula-hoop y, para los más mayorcitos, “churro, media manga, manga entera”. Jueguen a estos juegos de verdad, NO CON LA WII NI NADA POR EL ESTILO.
¿Quieren desarrollar habilidades “psicomotrices” y habilidades de atención en el aula. Permitan que los niños jueguen con todo su cuerpo. Verán un cambio radical en las aulas.
En resumen, hagamos que los niños hagan cosas propias de niños. Verán que bien llegan a ser adultos.

Foto

Vídeo del libro infantil "Porque existes tú" con ilustraciones de Eulalia Cornejo

Enlace Vídeo "Porque existes tú" de Eulalia Cornejo



Es un vídeo precioso que habla sobre las diferencias humanas que hace que cada persona sea única e irrepetible. Es un libro ilustrado para niños, con un mensaje válido para cualquier edad.

miércoles, 5 de junio de 2013

Para los papás y las mamás


Un vídeo que habla sobre la tolerancia y el respeto




La falta de libertad en la educación según Claudio Naranjo

"El amor a uno mismo es el amor por el niño interior, por esa parte natural de uno con la que nacemos antes de que nos metan la cultura en la cabeza. Es un deseo de felicidad instintivo. En la educación falta un principio dionisíaco, de libertad" 
Claudio Naranjo

Claudio Naranjo es un Psiquiatra, y terapeuta Guestáltico chileno muy reconocido. Hoy en día su acción divulgativa se centra intensamente en la educación con la idea de buscar la salud mental del niño en esta sociedad tan compleja. Su libro "Cambiar la educación para cambiar el mundo" ofrece su visión de la educación.